Lo hemos llamado Private Sunset, pero habríamos podido llamarlo también Private Sunrise, pues este ático está enmarcado entre eso, el sol que cae y que vuelve a salir para quienes lo espían desde estas dos fabulosas terrazas (este y oeste; mar y montaña) con cine a la fresca, piscina, jacuzzi, barra, barbacoa y comedor exterior. Si esto no evoca una buena fiesta con amigos y hasta al amanecer, os invitamos a recorrer su interior. Aunque no estén Uds. de ánimo precisamente festivo, intentaremos contagiároslo. Si no lo logramos, esperamos coincidan al menos, al acabar de leer, en que éste, sin duda, es un refugio urbano con vocación hedonista, festiva y de gran extroversión.